La mayoría de los perros y gatos son intolerantes a la lactosa, por eso no se debe abusar de productos lácteos, incluidos los derivados como yogur, kéfir, queso, etc…
Pero no vale con dar productos sin lactosa, no solo esta es responsable de molestias digestivas, la caseína (proteína) de los lácteos está desaconsejada en muchos casos, sobre todo animales con problemas digestivos y/o autoinmunes, epilepsia… y otros.
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